sábado, 9 de febrero de 2013

Influencia de Dickson Watts en Jesse Livermore en el Negocio de la Bolsa

La influencia de Dickson G. Watts en Jesse L. Livermore
Foto (CNBC)
Jesse L. Livermore fue uno de los negociantes más famosos de la bolsa, cuya estrategia de negociar, con valores y productos bursátiles a inicios del siglo XX, se basaba en seguir las tendencias de los precios del mercado.
Livermore nació en 1877 en South Acton, estado de Masaschusstes (EE. UU.). A los 15 años llegó a Boston y empezó a trabajar en la empresa intermediaria (broker) Paine Webber´s Boston. Ahí se dedicó a estudiar la dinámica de los precios y empezó a "jugar" en la bolsa teniendo en cuenta las oscilaciones de los precios. Al cumplir los 20 años, Jesse se trasladó a Nueva York, con el objeto de seguir negociando en la bolsa de valores y en la bolsa de productos. Con la experiencia de 40 años de dedicarse al negocio bursátil, él logró adquirir la maestría en la especulación considerando las variaciones de los precios. Una de sus reglas fundamentales de primera línea fue: "Cuidado con la información privilegiada...o, mejor dicho, tenga cuidado con toda información privilegiada".
La biografía no oficial de Jesse Livermore fue la obra: "Memorias de un negociador de acciones" ("Reminiscenses of a stock operator"), que supuestamente fue escrito por el periodista Edwin Lefevre (pero que en sí lo escribió el propio Livermore) y publicado en 1923. Sin lugar a dudas, es el libro más popular jamás escrito sobre la especulación bursátil. Los lectores naturalmente lo confunden  con el seudónimo del mismo Livermore (del negociador ficticio, Larry Livingston). Las "Memorias de un negociador de acciones" se convirtió en una obra clásica en Wall Street. Numerosas citas de este libro tan firmemente se establecieron, durante más de 100 años, en la práctica de la negociación bursátil, que los negociantes contemporáneos no tienen ni la menor idea sobre su origen. He aquí algunas de sus famosas lecciones:

1. "El hombre requerirá de mucho tiempo para aprender todas las lecciones de sus errores cometidos. Se afirma que todo fenómeno tiene, como la medalla, dos lados.  Pero la bolsa de valores tiene sólo un lado, que no es el "alcista" ni el "bajista", sino el lado correcto".
2. "Yo considero que un paso serio hacia adelante, en mi educación de negociante bursátil, fue aquel momento cuando yo por fin llegué a entender, cuando el anciano Partridge le repetía constantemente a los demás clientes: "Pero uds. deben de comprender que el mercado es "alcista"! -  pero que en realidad él tenía en mente era que las buenas ganancias se pueden obtener no negociando en algunas oscilaciones de los precios, sino durante el movimiento significativo del mercado, es decir, no leendo las cotizaciones burátiles, sino evaluando el mercado en su conjunto y la tendencia que surja".
3. "La razón es que la gente puede tener una visión clara y precisa de lo que está sucediendo en el mercado, pero que de todos modos sucumbe ante la impaciencia y las dudas, cuando las tendencias que espera  del mercado no se apresuran en aparecer. Es por eso que muchos financistas de Wall Street, de ninguna manera no son niños tontos ynbi siquiera estudiantes jóvenes, pero que sin embargo, pierden dinero. El mercado en si no les hace daño. Ellos mismos se hacen daño, porque al ser capaces de pensar, ellos no pueden esperar tranquilamente. El viejo "pavo" tenía toda la razón en lo que decía y hacía. El no sólo era valiente en sus convicciones, pero también lo suficientemente inteligente como para esperar pacientemente".
4."...El hombre medio no desea que le digan si el mercado es "alcista" o "bajista". Lo que desea es que le digan, de forma específica, que valor adquirir o vender. El quiere recibir algo por nada. No desea trabajar. El incluso no desea que debe de pensar. Para él es demasiado problema contar el dinero que encuentra en su camino".  
5. "En el mercado de valores, el hombre es capaz de arriesgar la mitad de su fortuna, pero piensa menos al elegir un automóvil de clase media".  

Livermore realmente escribió un libro titulado: "How to Trade in Stocks: The Livermore Formula for Combining Time, Element and Price", que fue publicado en 1940. Esta obra es rara, ya que es problemático encontrarlo. Livermore, sin lugar a dudas, fue un magnífico negociador bursátil. Su estilo de "trading" era valiente, y con frecuencia  para él era característico la volatilidad extrema de los precios. Varias veces se fue a la quiebra. El ganaba y perdía millones. A pesar de esto, sus rendimientos personales de rentabilidad bursátil no disminuyen de ninguna manera, la sabiduría de sus palabras.

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Uno de los negociadores bursátiles que influyó en Livermore, fue Dickson G. Watts, que fue el presidente de la Bolsa del algodón  de Nueva York, desde 1878 hasta 1880. Y sin embargo, hoy, sus palabras siguen siendo perennes, para el negocio en el mercado de valores. El escribió un libro con el título: "Speculation As a Fine Art" - A Speculator´s Essential Qualities" (que pueden apreciarlo en la imagen de la izquierda)
"¿Qué significa "jugar" en la bolsa?" Cualquier negocio, de una u otra manera, es como jugar en la bolsa. Sin embargo, en la percepción de la mayoría, el negocio bursátil se caracteríza por la incertidumbre excepcional que encierra.  Las personas mal informadas creen que lo fortuito juega un papel muy importante en las operaciones de la bolsa y que éstas no se sujetan a ninguna regla ni tampoco a las leyes. Esto es una grave equivocación. Consideremos, en primer lugar, las cualidades que son esenciales para el negociante bursátil:

1. Confianza en sí mismo. El debe de tomar la decisión por sí solo y actuar de acuerdo con sus convicciones. La confianza en sí mismo, es la base del éxito.
2. Actuar con buen juicio. Esto significa que la notable capacidad  para armonizar las posibilidades entre sí, lo que se denomina el buen juicio, es esencial para el negociador bursátil.
3. Actuar con valentía. Que se trata de la confianza necesaria para actuar en conformidad con las tomas de decisiones propias. Para negociar en la bolsa de valores es adecuada la frase  de Mirabeau: "Sé valiente y sigue siendo valiente; hay que ser audaz".
4. Actuar con prudencia. La capacidad de estimar el riesgo, con algo de cuidado y observación es muy importante.  Es imprescindible encontrar el punto medio entre estas dos propiedades  requeridas - entre la valentía y la prudencia; la prudencia, al esperar y la valentía, al actuar. A estas dos cualidades se asocia estrechamente, sino mas bien que se deriva de las mismas, la puntualidad. Al surgir la convicción, le debe de seguir la acción. Se debe de pensar y actuar oprtunamente.
5. Ser flexible. Es decir, tener la capacidad de cambiar y de reconsiderar su opinión. " El que constantemente observa, dice Emerson, siempre tendrá la ventaja".

La combinación de estas cualidades es imprescindible para el negociador de la bolsa, pero éstas deben de equilibrarse bién entre sí. La deficiencia o el exceso de una de éstas, es perjudicial para la eficacia en general. La disposición de estas cualidades, en la proporción deseada, se sobreentiende que es rara. En el juego en la bolsa, asi como en la vida, pocos tendrán éxito, y la mayoría, fracasará". 
A las finales, la gente quiere saber: ¿Por qué, el seguimiento a la tendencia del precio, continúa funcionando?. Las palabras de Livermore, relacionadas a otra época, responde a este problema contemporáneo:
"Wall Street nunca cambia. Cambia el dinero del bolsillo, los simplones, las acciones, pero Wall Street nunca cambia, porque la naturaleza humana nunca cambia" ("Wall Street never changes, the pockets change, the suckers change, the stocks change, but Wall Street never changes, because human nature never changes" (---Jesse L. Livermore).
Sobre la vida y la muerte de Livermore, existe un libro: "Jesse Livermore: World´s Greatest Stock Trader", cuyo autor es, Richard Smitten

Publicado por Mauritz
(fuentes: "Trend Following" (Michael W. Covel); Tischendorf.com; Tradeforecast.biz)

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